En cuanto el acta de Pérez Burrull fue pública, el club anunció que va a recurrir la expulsión de su jugador David Villa en Riazor. Discrepa en la segunda amonestación, que le costó la roja.
Aunque el futbolista asturiano no podrá jugar la próxima jornada ante el Valladolid porque con la primera amarilla ya cumplía ciclo de cinco cartulinas, que conllevan un partido de sanción, el club, y el jugador, entiende que esa, fue totalmente injusta.
"Los árbitros son humanos y a veces se equivocan -dijo Villa tras el partido-; yo creo que en esta ocasión nos ha perjudicado con mi expulsión. No sólo no cometí falta sino que incluso creo que en todo caso Aranzubia es quien la comete sobre mí. Me parece injusto lo que ha pasado".
En esta jugada Pérez Burrull se limita a explicar en el acta que a amonesta a Villa "por derribar a un contrario en la disputa del balón".
En cuanto a la primera tarjeta, existe controversia sobre si acertó o no el colegiado. Mientras que Unai Emery la admitió como justa, Villa dijo que no lo era y, su agente, José Luis Tamargo, puntualizó ya han ocurrido suficientes sucesos duros "como para que si a un jugador le duele la cabeza y las cervicales, no se le cuide. No sólo le pido al árbitro que le quiten la tarjeta, sino que le pida perdón a Villa. Es la vida de una persona la que está en juego y deben cuidarla".
En el acta, Pérez Burrull relató así la amonestación: "...el jugador se acerca andando a su banquillo tras recibir un golpe en una jugada fortuita para ser atendido. Cuando llega a la altura de la línea de banda y mientras el juego continuaba recibió una instrucción de un oficial de su equipo para que se tirara al suelo dentro del terreno de juego. Mientras su técnico le daba un pequeño empujón le reiteró:" tírate, tírate, que pare el juego". Todo ello cuando era el equipo contrario quien jugaba el balón. Posteriormente, al detenerse el juego se le indicó que si necesitaba asistencia que abandonara el terreno de juego".
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