¿El traspié intrascendente pero inesperado ante el Betis puede servir para mantener la tensión competitiva?
Sí, claro, porque después de una derrota también se aprenden muchas cosas. Sobre todo hay que aprender que en torneos de eliminatorias una mala noche te puede mandar para casa.
¿Es peligroso que el equipo reciba tantos elogios?
Los elogios no vienen de las últimas dos o tres semanas. A este equipo se le está elogiando desde hace muchos años y el Barça ha demostrado que sigue ganando. En este aspecto, estamos tranquilos, porque los elogios son buenos, pero sólo sirven para el pasado. Nos están elogiando por lo que hemos hecho. A partir de ahora nadie nos va a regalar nada. Esa es la mentalidad con la que seguimos trabajando en cada partido.
¿La etiqueta de mejor equipo del mundo es como un traje caro que hay que saber lucir?
Es una exigencia, pero también es muy bonito, individual y colectivamente, que se hable de nosotros. Sabemos que la única manera de que se siga hablando de nosotros así de bien es continuar ganando y estar al mismo nivel.
¿Qué es lo más difícil de jugar en un sistema como el del Barça, que es tan distinto?
Lo más difícil es acoplarse a la velocidad del juego y a la velocidad del balón. Es un sistema en el que circula muy rápido el balón, en el que los que jugamos de extremos apenas tenemos que intentar el uno contra uno porque siempre estás apoyado por compañeros, en el que se juega a uno, dos o tres toques, y eso hace que el fútbol vaya mucho más rápido. Poco a poco te adaptas, y creo que tengo las características idóneas para jugar en el esquema del Barça.
¿Siempre le ha gustado entrar desde la izquierda?
La verdad es que con la gente que tienes por detrás, desmarcarte es un lujo aquí. Ellos siempre hacen que tu carrera sea positiva, con un buen pase a la espalda. Todo me beneficia.
De momento, su mejor socio es Leo Messi. De los 14 goles que ha marcado en la Liga, Leo le ha dado 7 asistencias.
Messi es muy bueno, no sólo por los goles que marca o por las jugadas que hace, sino también porque hace mejores a los demás. Por eso siempre digo que es el mejor jugador del mundo.
¿Es sencillo jugar con él o hay que estar a su nivel mínimamente?
En el fútbol nada es fácil y todo se consigue a través del trabajo. No es fácil ser Leo Messi ni es fácil jugar como el Barcelona. Parece que el equipo llegue de forma sencilla a goleadas abultadas, pero les aseguro que no lo es, que es a base de mucho esfuerzo, trabajo y muchas ganas.
¿Qué le llama más la atención de Guardiola?
Es un entrenador que tiene las ideas muy claras y notas cuando te da una charla que eso va a ser así. A lo largo de tu carrera oyes charlas que te convencen y otras en las que ves que no convencen ni al que te la está dando. Pep es muy cercano al grupo y no es de extrañar lo que dicen de él Xavi, Iniesta, Valdés, los que llevan más tiempo con él.
¿Qué es lo que más le pide dentro del campo el técnico?
Que tire diagonales, que siempre esté activo, que no me mantenga parado. La movilidad, la dinámica y el intercambio de posiciones son la base de este equipo. Sobre todo en la parte de arriba. No estar nunca en el área, sino aparecer en el momento justo para el remate.
Entre Messi, Pedro y usted suman ahora 64 goles. ¿Se imagina llegar a los cien, como hicieron Eto'o, Messi y Henry en el año del triplete?
Ojalá superemos los 100 goles, porque sería muy bueno para el Barça. Siempre pensamos en el colectivo, pero estas cifras son positivas, porque tantos goles equivalen a muchos puntos.
¿Está contento con sus 16 goles a mitad de campaña?
Las notas se sacan al final de año. Estoy contento de los goles que llevo, pero no pienso en los que ya he metido, sino en los que me quedan por meter. Mi cabeza está puesta ahora en el Racing.
¿Para un delantero de un equipo grande es peor fallar un gol o ser intrascendente?
Para cualquier delantero lo peor que hay es no tener ocasiones, cuando te vas a casa sin haber chutado a puerta. Yo vivo de estar en el área, de crear peligro y de materializarlo en gol. Por eso cuando te la saca el portero o te va al palo me marcho fastidiado. Pero más fastidiado te vas cuando te pasas 90 minutos corriendo y no creas peligro en la portería rival. Estoy tranquilo, un día estará acertado el portero y otro yo.
Lleva muchos postes. ¿Mala puntería o cuestión de suerte?
A los amigos se lo he dicho muchas veces, que si te paras a pensar es mucho más difícil darle a la madera que meter gol. A veces chutas mal y pega en el palo y la ayuda a entrar y otras chutas bien pero rebota en el palo y va hacia fuera. ¿Es de los que buscan ajustar el disparo al palo? Cuando me quedo ante el portero intento enviar el balón donde el portero no puede llegar o no tiene ángulo para cortar el balón.
¿Ante el portero da tiempo a pensar o el remate sale de forma instintiva?
Depende de la jugada, pero la mayoría de las veces es muy rápido y el disparo es instintivo. Te viene una idea a la cabeza y la ejecutas. Es raro que te quedes delante del portero y pienses tres opciones diferentes. Normalmente la primera que piensas la haces.
¿Recuerda y repasa los anteriores enfrentamientos con el adversario de turno para utilizar los remates que le salieron bien anteriormente y, si llega el caso, repetirlos?
Yo como delantero tengo que analizarlo todo. Me gusta conocer a los porteros rivales. Lo hago porque hay situaciones de gol que te puedes volver a encontrar. Mentalmente te acuerdas de los goles, de cómo fueron. Siempre tienes que estar pensando mientras juegas. Yo nunca desconecto y siempre estoy intentando intuir la jugada que puede venir.
¿Cuándo se dio cuenta de que sería un goleador?
Lo supe desde siempre. Desde que cogí una pelota siempre he querido jugar a fútbol, pero sobre todo marcar goles. Cuando jugaba con cuatro años en Tuilla, lo que más me gustaba ya era chutar a portería para marcar.
¿Los cuatro puntos de ventaja del Barça sobre el Madrid le parece que se ajustan al juego de los dos equipos?
Por una parte es una diferencia amplia, porque si analizas llevábamos muchas jornadas dos puntos por encima y ganando tanto ellos como nosotros, sin fallar. Pero por otro lado, cuando falta toda la segunda vuelta, es una diferencia ridícula. Debemos enfrentarnos de nuevo y habrá tres puntos en juego. La diferencia ahora es corta. No debemos relajarnos, porque sabemos que todo depende de nosotros. Eso es lo principal. No mirar hacia otra parte. Eso es importante a la hora de trabajar. Saber que sólo lo tienes que hacer tú bien y no pensar en otros campos. A partir de ahí, si nosotros vamos ganando y ellos fallan alguna vez, mucho mejor. Pero, pese a los cuatro puntos, hay que estar atentos.
El ruido extradeportivo que genera José Mourinho ¿puede perjudicar al Real Madrid?
No me preocupa. Lo más importante es que entre nosotros, aquí en Barcelona, hay muy buen ambiente en el club, la afición, en el vestuario, con el entrenador, el presidente y los directivos. Yo miro por mi equipo y no me fijo en el rival. Y aquí va todo perfecto.
Hablando de afición, ¿nota que el público le ha cogido cariño enseguida?
Fue muy importante para mí. Nunca me había pasado antes. Normalmente el público espera que le des para darte. No me puedo quejar. Las aficiones que he tenido hasta ahora, la del Sporting, la del Zaragoza y la del Valencia, siempre fueron muy agradecidas al premiar el trabajo que yo hacía. Pero aquí, antes incluso de llegar, la gente ya me daba cariño, sin ni siquiera ponerme la camiseta. Yo me presenté en el mes de mayo, a finales, y hasta dos meses después no pisé la ciudad deportiva, sin embargo, la gente, antes de debutar, ya me quería como uno de los suyos. La gente siempre me ha tratado muy bien, me paran por la calle y me dicen que debería haber venido antes. Todo eso me da mucha confianza y me hace sentir más a gusto.
¿Se quedó muy hecho polvo el verano anterior cuando se frustró su fichaje por el Barça?
Son cosas que pasan. Evidentemente, tenía ilusión por fichar, pero no pudo ser el año pasado. Yo volví a pensar en el fútbol, en el Valencia, en hacer un buen año. Y mira, cuando ya no me lo esperaba, volvió a surgir la oportunidad de fichar por el Barça.
¿Le asusta que en enero la gente ya hable del triplete?
En un club como el Barcelona el segundo puesto no sirve. Y más cuando en los últimos años se han ganado ocho títulos de diez posibles. La gente se acostumbra a lo bueno, y sobre todo ve que el equipo tiene mimbres. Si la gente exige es porque va al Camp Nou y ve que el equipo es superior a los rivales y que puede llegar a esos títulos. Si los culés viniesen al campo y no vieran esos mimbres seguramente no lo exigirían.
Están en semifinales de la Copa, líderes de la Liga y vivos en la Champions. ¿Qué competición le hace más ilusión?
Las tres. En este caso la Copa del Rey ya la tengo (ganó dos, una con el Zaragoza y otra con el Valencia) y por el historial personal me gustaría ganar las otras dos. Pero no sólo este año, sino ganar también en el futuro. Tengo muchos años de contrato y espero ganar muchos títulos aquí, que fue una de las razones por las que vine. Sin embargo, los títulos no son como los Reyes Magos, no se pueden pedir, sino que hay que currárselo día a día.
¿Le ha dado tiempo a conocer la ciudad?
Ya he podido pasear por el centro. He conocido algún restaurante. Barcelona ya la conocía porque venía cuando tenía días libres en el Zaragoza y el Valencia. Ahora me he especializado en parques por mis dos niñas. Las llevo después de salir del colegio. Estar con ellas es lo que más me gusta hacer cuando no juego. Este año estamos encantados por la gran idea de Guardiola de viajar el mismo día de partido. Salvo en la Champions, dormimos siempre en casa. Mi mujer y yo no habíamos ni soñado que estaría tanto tiempo con ellas.
1 comentario:
edledlypoleres muy huapo david villa soy tu fans numero 1
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