Si el ángel de la guarda se hiciese visible, seguro que se apuntaría a la moda de las gafas de sol. Porque es el mejor protector de nuestros ojos en el verano, aunque muchos las eligen más por cuestiones estéticas. Dicen que todo es según el color del cristal con que se mira. Por lo tanto, conviene mirárselas bien y no dudar en consultar con profesionales como Natalia Pajón Fustes (33 años). Es la directora de la tienda de General Óptica en el número 3 de la Porta do Sol. Hizo la diplomatura de Óptica en Santiago y lleva siete años en la misma empresa. -¿Usa alguna gafa? -Puntualmente, para ver a lo lejos, pero con muy poquita graduación. De sol, siempre. Estreno una todos los años. (Risas). -¿El sol habrá eclipsado a la crisis? -Nos ayudó mucho en las ventas, que están siendo superiores a las del año pasado. También el haber sido la óptica oficial de la selección española en el Mundial. Se hizo un diseño especial y el futbolista que la promocionó fue David Villa. -¿Maravilló el delantero asturiano con ese modelo de gafa como en el césped? -(Sonríe). A muchos jóvenes casi por igual, porque hubo días que se agotaron. Cuestan 29,95 euros. -¿Qué otras gafas están de moda? -La de Police que usaba el Duque en Sin tetas no hay paraíso. También la llevó mucho Banderas. Otra que se vende muy bien es una gafa deportiva de Arnette, del motociclista Dani Pedrosa. -¿Y para las mujeres? -Vuelven a estar de moda las que usaba Jacqueline Kennedy en los sesenta. -¿Qué características debe reunir la gafa de sol? -Si la intensidad de luz es fuerte, se requiere un cristal con un filtro tres y el dos para días más nublados, que no es el caso de este año. Hay una gafa para cada rostro y es muy importante que encajen bien. -¿Y los que las compran a los vendedores ambulantes? -Mejor les sería andar sin ellas, porque el riesgo de lesionar los ojos es mayor. -¿Se pueden graduar las de sol? -Sin problemas. El precio varia según la calidad del cristal que elijan.
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