viernes, 27 de agosto de 2010

Entrevista a Villa en El País



Pregunta. ¿Le llamo Villa, David o Guaje?
Repuesta. Guaje. Es niño, en bable y en las zonas mineras reconoce al ayudante de minero, el joven que empieza. Me gusta que me conozcan con ese apodo. La tierra tira.
P. ¿Lleva la cuenta de los goles que ha marcado?
R. Más o menos. Si me pongo a pensar, en una tarde los saco todos. El gol no se olvida. Por lo menos, yo nunca olvido un gol.
P. ¿Todos son iguales?
R. No, hay más bonitos, más o menos difíciles, con mayor repercusión... Pero no he marcado uno que reúna todas las cosas. De momento no he logrado el gol perfecto. Creo que el más difícil es uno que metí con el Zaragoza desde el medio campo, al Deportivo; me gustan especialmente los de cabeza, porque no son mi fuerte. Los más importantes llegaron en el Mundial y en la Eurocopa, por su trascendencia. Por ejemplo, el gol a Paraguay fue de carambola, pero por el momento en que se produjo, por lo mucho que se necesitaba, lo recuerdo con agrado.
P. ¿Le molesta más fallar una ocasión de lo que le alegra meter un gol?
R. Acabado el partido, sí; en el campo, el subidón de un gol es incomparable con nada. El fallo hace daño después del partido, sobre todo si ha sido decisivo.
P. ¿Se plantea cuántos goles va a marcar este curso?
R. No, no lo he hecho nunca y me ha ido bien. Prometer, prometo trabajo para cumplir con la exigencia que implica ser jugador del Barça, eso sí. Tengo la sensación de que lo voy a pasar bien. Cuando más disfruto es trabajando, y tengo la sensación de que voy a disfrutar mucho trabajando. Pero sé lo que hay: vengo al mejor equipo del mundo, no lo digo yo, lo dice la evidencia. Y no es fácil ganarte el sitio en un equipo de tanto nivel. Pero precisamente por lo difícil que es jugar aquí, es una motivación enorme afrontar cada entrenamiento al cien por cien con la idea de ser mejor cada día.
P. ¿La exigencia se impone en el día a día?
R. Claro, se nota desde fuera así que imagínate cuando estás dentro. Este club lo ha ganado todo y alguien podría pensar, 'bueno si no ganas este año no pasa nada'. Pero no es así. Aquí eso no vale; se ha ganado todo y queremos volver a ganarlo todo.
P. En ese sentido, ¿usted aporta hambre?
R. No creo que se necesite. Han ganado todo y quieren seguir ganando. Más allá de la calidad, la suerte del Barça es la mentalidad ganadora de los jugadores.
P. Su llegada ha generado una unanimidad increíble en el barcelonismo. ¿Lo nota?
R. Sí, claro, y estoy muy contento. Es una alegría grande, me da ganas de trabajar. Normalmente, te dan cariño cuando tú les das. Llevo aquí poco, he jugado media hora y sin haber hecho nada ya me están demostrando su cariño. Veo muchas camisetas con mi nombre y no he hecho nada todavía. La gente me demuestra su afecto, hay muchos que incluso me dicen que por qué no vine antes.
P. ¿Y por qué no vino antes?
R. Se dio así. Las cosas pasan cuando pasan. Hace un año pensaba que el tren ya había pasado para mí, y aquí estoy. La mentalidad con la que viví el año pasado fue clave para no dejarme ir, mantener el nivel. Creo que me brindó esta segunda oportunidad. Yo no cambio nada de mi carrera, echo la vista atrás y me siento muy orgulloso de la progresión que tuve, no cambio ni un día de mi vida deportiva.
P. Pero en el Valencia ganó pocos títulos.
R. Sí, me tocó vivir años convulsos pero aún así, mis recuerdos no pueden ser más felices, incluso cuando tocó sufrir, porque eso enseña mucho.
P. ¿Por qué pensó que no volvería a pasar el tren?
R. Porque pudo haber lesiones, un año malo. Por eso estoy tan orgulloso de mi rendimiento. Gracias a esa mentalidad pasó el tren por segunda vez.
P. O por tercera: ya interesó cuando goleaba en el Zaragoza.
R. Sí. Pero el Valencia fue más rápido. Siempre he tenido el runrún de jugar en el Barça, fue el club de referencia. El caso es que estoy aquí y ahora no puedo fallar, tengo un compromiso enorme que afrontar. Primero conmigo: no soy feliz cuando no salen las cosas, es difícil sentirme realizado. En mi caso tiene mucho que ver con meter goles, está claro. Pero también hay un compromiso con la gente que va más allá del gol, tiene que ver con dignificar la camiseta.
P. Tiene fama de ser muy exigente.
R. Lo soy, creo que es importante. El día que no tenga ganas de afrontar nuevos retos lo dejo, no tiene sentido estar por estar. Pero antes me fallarán las piernas que la ambición. Me conozco, no me cansaré del fútbol.
P. También dicen que da gusto verle entrenar...
R. Más allá de jugar partidos y celebrar goles, a mí me gusta el trabajo diario, lo disfruto mucho. El día que no me levante pensando en meter goles, que no me apetezca ir a trabajar, lo dejo. Pero me retirará el físico, no la cabeza.
P. Hablaba de la exigencia de ser jugador del Barça. ¿Asusta?
R. No, tengo mucha confianza en mí y en lo que me rodea. No tengo una especial inquietud en ese sentido. Este es un equipo fantástico, lleno de jugadores espectaculares.
P. Históricamente no hay lazos modernos entre el Barça y el Oviedo, pero sí con el Sporting, ¿es casual?
R. Se dice, y que me perdonen los que no piensan así, que la gente del Sporting es más del Barça que la del Oviedo. Los mejores jugadores que ha dado el Sporting han triunfado en Barcelona: Quini, Abelardo y Luis Enrique. No me cabe duda que hay gente del Sporting que se hizo del Barça por ellos. El seguidor gijonés es gente muy fiel, que quiere mucho a los suyos, vayan donde vayan. He hablado con ellos y están muy contentos. Hablé con Quini y estaba más contento que yo. Ama este club y a mí me quiere mucho, es como si fuera de mi familia y con Luis tengo muy buena relación.
P. ¿Era su ídolo?
R. Era algo más, era mi espejo. Me halaga mucho que la gente me compare con él. Nunca lo he ocultado, a Luis le imitaba la conducta dentro y fuera del campo. Me honra que digan que tenemos un carácter parecido en el campo. Creo que es importante tener personalidad, pelear por tu equipo y defender al compañero.
P. Hablando de compañeros, Xavi e Iniesta le buscaban el día del Sevilla de forma clara.
R. Es que son buena gente, ¿lo ves? Para ellos también hubo un debut y saben que para mí era importante. Además, nos conocemos mucho. En el campo sé lo que piensan y ellos lo que pueden esperar de mí. Es evidente que llego con esa ventaja. Aunque con gente como ellos sea muy fácil jugar, les pillas rápido. La capacidad que tiene Xavi para buscar la espalda del defensa, para encontrarte en largo o buscar un apoyo corto, para un delantero es un lujo. Xavi engaña, le ves con la pelota y piensas: no me ve, es imposible, pero te ve, siempre te ve y sabe perfectamente dónde la quieres, y te la pone. Con gente como Xavi o Iniesta es imposible que un delantero no tenga ocasiones.
P. Guardiola le pide profundidad. ¿Algún problema?
R. Toda la vida he jugado al límite, con caídas a la espalda. Lo que me pide Pep es lo que he hecho siempre, lo que me gusta.
P. De Pep había oído hablar mucho. ¿Le ha sorprendido en algo?
R. No he visto a nadie tan convencido de lo que pide ni que lo explique tan claro. Se le nota que cree al doscientos por cien en lo que dice. Hablar es fácil, pero convencer desde el convencimiento, no. Con él notas que si haces lo que te dice saldrá bien. Contagia seguridad.
P. ¿Hay algún campo donde le motive especialmente jugar con el Barcelona?
R. Tengo ganas de volver a Valencia, muchas de ir al Molinón, de jugar en Zaragoza. Bueno, y ver el clásico en el Bernabéu también. Pero, básicamente, de lo que más ganas tengo es de jugar de local en el Camp Nou. Se me dio bien hasta los dos últimos años en que me pase los partidos corriendo detrás de ellos. El campo se hace muy grande cuando eres visitante. No sé si la palabra es desesperante, pero es cierto que jugar contra este Barça te va minando la moral a cada pase. Tocan y tocan, da igual que hagas bien la presión: de cada cuatro salen tres y media y cuando robas estás muy lejos de la portería. Al Barcelona le quieren copiar el estilo, pero claro, copiar los jugadores es imposible. Por eso, tengo ganas de empezar a jugar en el Camp Nou, creo que nos vamos a divertir. Además, cada vez que pienso que no me veré con Puyol...
P. ¿Perdone?
R. Puyi tiene unas características que cortan las mías, somos antagónicos. Es rápido, no te deja un metro, agarra, no te deja desmarcarte. Estoy muy contento de no tener que jugar más ni contra el Barça ni contra Puyi.
P. ¿Y medirse al Madrid de Mourinho?, ¿hasta qué punto le motiva?
R. El Madrid es el rival más allá de Mourinho, eso da igual. Puede que para la afición tenga morbo, pero la Liga es dura porque el nivel es muy alto. Para ser campeones hay que sufrir y ganar muchos partidos. Contra el Madrid solo juegas dos veces y seguro que es especial, tengo ganas de vivirlo, pero por encima de todo, el objetivo es ganar cada domingo.

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1 comentario:

Chica Acuario :) dijo...

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