jueves, 15 de abril de 2010

David Villa, un ejemplo con las tarjetas


David Villa lleva una vuelta entera apercibido de sanción. El Guaje, pieza fundamental en el equipo, juega con sumo cuidado para no dejar a los suyos si el máximo goleador del equipo. Más si cabe ahora, cuando el Valencia CF se juega la tercera plaza del campeonato. Después de una serie de partidos en los que Unai Emery se ha quedado sin futbolistas por sanción, muchas de ellas evitables, el aguante del delantero supone toda una resistencia pacífica, como si del propio Ghandi se tratase.

El pasado 28 de noviembre de 2009, en un VCF-Mallorca disputado en Mestalla, fue el último día que Villa vio una cartulina amarilla en la Liga BBVA, tras cortar la trayectoria del balón con la mano. Cierto es que antes de ese día, el Guaje había visto otras tres amarillas más (VCF-At. Madrid, VCF-Zaragoza y Osasuna-VCF), fruto de la entrega y la tensión que siempre aporta en el campo, pero desde entonces ha intentado a toda costa ver una nueva cartulina para no perderse un partido por sanción.

El Guaje aguanta para no abandonar a sus compañeros justo ahora que se disputan los partidos decisivos, y el fin de semana pasado cumplió todo una vuelta apercibido de sanción. Todo un ejemplo cuando Unai Emery acabó harto de ver expulsiones evitables de los suyos hasta el punto de llevarle a 'amenazar' a la plantilla de que los jugadores que fueran amonestados por acciones evitables serían sancionados internamente por el club, como por ejemplo con la expulsión de Fernandes en Mallorca.

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