Tuilla al completo sufría en la sede de la Asociación Deportiva David Villa. El Guaje no estaba haciendo su mejor partido en el Mundial. Faltaba poco para el final, apenas unos minutos, y Villa siempre es Villa. El delantero asturiano ajustó el balón, marcó con suspense, apoyándose en los palos, y Tuilla explotó de alegría. En su peña todos empezaron a cantar el "illa, illa, illa... Villa maravilla". Tras el pitido final, el pueblo se echó completamente a la calle, mientras los padres y las hermanas de Villa celebraban el triunfo histórico apenas 50 metros más arriba, en el hogar familiar. Los nervios consumieron a la familia al completo, cinco minutos después del final su tío Angel, el hermano de la madre de Villa, se acercó a compartir la felicidad con todos sus vecinos. "En casa del Guaje están todos llorando de emoción. Villa nunca falla", afirmó Angel Sánchez.
Junto a él, música, bocinas, cánticos y la satisfacción de ver por primera vez a España pasando una ronda de cuartos de final. En el partido se sufrió. Casillas levantó los ánimos en el peor momento y, quién sino, Villa guió a la selección hacia las semifinales, por lo que Tuilla volverá a reunirse en torno a la Confitería Carly, sede de la peña.
Entre los alegres vecinos había amigos de la infancia de Villa, adultos que compartieron con el padre del Guaje el duro trabajo en la mina y todos repetían un mensaje: "Villa es nuestro y le agradecemos todo lo que está haciendo para que Tuilla sea conocido en todo el mundo".
Y no sólo sus vecinos. Ayer en Tuilla había aficionados de diferentes y muy lejanos puntos de la geografía española. De Córdoba, Valladolid, Burgos o Salamanca, todos aprovecharon su paso por Asturias para no perderse la ocasión de visitar un destino ya universal: Tuilla. Y además, hasta la localidad langreana llegaron televisiones de toda España y algunas imágenes irán a parar al extranjero.
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