miércoles, 21 de julio de 2010

David en Langrehotel

Nra su primera comparecencia pública tras regresar a Asturias con la Copa del Mundo debajo del brazo y no se dejó nada en el tintero. Fue en un acto de Nestlé en el Langrehotel. David Villa habló del mundial, del Sporting, de su futuro en el Barça e incluso valoró la denuncia --"la verdad es que no sé nada, sólo lo que salió en la prensa porque a mí casa no ha llegado nada"-- que su ex representante José Luis Tamargo le interpuso hace unos días. También entró en temas personales y confesó que "uno de mis vicios es el chocolate", y aseguró que "todavía no he comido la fabada de mi madre".
El delantero asturiano se mostró "feliz" y "orgulloso" por pertenecer a un grupo como la selección española, con la que logró el Mundial de Sudáfrica. "Al principio no éramos conscientes de lo que habíamos conseguido, sólo cuando llegamos a Madrid y vimos el recibimiento. Fue una alegría inmensa y la verdad es que nos sentimos unos privilegiados, hacer feliz a tanta gente es muy bonito". De los cinco goles que hizo en Sudáfrica, Villa se queda con el de Paraguay "por la importancia que tuvo". Sin querer personalizar el triunfo de España ("la victoria es de todos, fuimos 23 jugadores que representamos a toda España"), Villa aseguró que una de las claves del campeonato fue "que nunca perdimos nuestro estilo".
Además, uno de los pichichis del mundial aseguró que "durante los partidos no disfrutamos mucho porque los resultados fueron muy ajustados, aunque a nivel de juego sí, porque cuando tienes la pelota disfrutas mucho. El mejor momento del campeonato fue cuando el árbitro pitó el final ante Holanda".
Villa también destacó la unión del grupo en torno a la selección, un equipo "que es un ejemplo en muchas cosas. A mí me enorgullece marcar un gol y ver cómo los del banquillo corren a celebrarlo contigo".
NUEVO RETO Tras su paso por el Valencia, el ariete de Tuilla inicia ahora un nuevo camino en el Barcelona. Una etapa que él afronta con ilusión, "con el reto de ser útil y ayudar a ganar cosas". Villa se definió como una persona ambiciosa profesionalmente, "un jugador que nunca se conforma y que cada día quiere mejorar. Cuando me retire, espero que sea tarde, quiero seguir aprendiendo". El delantero langreano también opinó sobre la posible llegada de Cesc al Barcelona, "algo que sería importante, ojalá venga".
EL CALENDARIO El inicio de la Liga será el próximo 28 de agosto y Villa ya tiene en mente varios partidos. "No conozco el calendario completo, pero mi cuñado me mandó un mensaje y sé que empezamos en Santander y la fecha del clásico. Poder llegar a jugar partidos de este calibre en muy importante para cualquier jugador, al clásico le tengo ganas". El delantero también tiene marcadas las visitas a El Molinón y a Mestalla, "las salidas más importantes para mí". Para el ariete un año mágico sería "ganar títulos con el Barça, que el Sporting logre la permanencia y que el Tuilla ascienda. Sería bonito pero, para eso, hay que trabajar mucho", ironizó.
CORAZON ROJIBLANCO Sabido es por todos el sentimiento que tiene David Villa hacia el Sporting de Gijón. Tanto, que para él sería "un orgullo" volver a vestir la camiseta de la entidad gijonesa. "Ahora empiezo una nueva etapa de cuatro años en el Barcelona, pero en el fútbol nunca se sabe, para mí sería un orgullo vestir de nuevo la camiseta rojiblanca".
Villa tendrá ahora unos días para descansar antes de que se ponga a las órdenes de Guardiola el próximo 9 de agosto. Sobre el polémico amistoso que España tiene en México el 11 de agosto, el asturiano dijo que "yo estoy a disposición del Barcelona y de la selección, ellos tendrán que decidir". La nota de humor la puso el reportero de CQC (Caiga quien caiga), que le regaló una bola del mundo hinchable.

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