Dos goles en seis minutos, mediado el segundo periodo, ratificaron el tercer puesto del Valencia en la Liga tras superar las carencias defensivas con las que afrontaba el encuentro, y el Almería vio truncada la racha de resultados favorables de la segunda vuelta.
El equipo de Juan Manuel Lillo practicó un buen fútbol, pero tuvo muy poca llegada a la portería rival a pesar de que el Valencia afrontó el encuentro con una defensa improvisada por las lesiones y sanciones de sus hombres de retaguardia.
El Valencia tuvo sus mejores opciones en el primer periodo, pero marcó los goles en la segunda parte, a la contra, faceta del juego en la que sus hombres de ataque son más efectivos.
Los hombres de Unai Emery iniciaron el choque con varias y claras ocasiones, especialmente en los primeros minutos del encuentro, pero las malogró, bien por el desacierto de sus atacantes, bien por alguna buena actuación del meta del Almería, Diego Alves.
El equipo andaluz, por el contrario, dispuso de pocas aproximaciones a la portería de César. Fueron casi siempre faltas lejanas enviadas desde la derecha por el zurdo Cisma, que la defensa del Valencia supo neutralizar sin demasiados problemas.
A medida que pasaron los minutos, el juego local se tornó más espeso y las acciones ofensivas de sus delanteros disminuyeron, mientras que el Almería, con un buen balance ataque-defensa, sacaba el balón jugado en el centro del campo sin verse muy presionado por su rival, aunque no llegaba con claridad a la meta del Valencia.
Fue de más a menos el partido en el primer periodo y cuando el árbitro envió a los jugadores al descanso, era el Valencia al que más falta le hacía replantear su juego porque el Almería cada vez se sentía más cómodo sobre el rápido y resbaladizo césped de Mestalla.
El partido se trabó tras el descanso, ya que el juego de los dos equipos estuvo plagado de imprecisiones, sobre todo en ataque.
El Almería, algo más replegado, encontraba espacios a la contra, pero no los aprovechaba. El Valencia tenía cada vez más problemas para llegar a la meta de Alves, sobre todo por la espesura de su juego en el centro del campo.
Sin embargo, en una de las acciones ofensivas del Valencia apareció la calidad de sus jugadores y un excepcional pase de Silva permitió que Mata, con la derecha, hiciera el 1-0.
El Almería abrió sus líneas y el Valencia encontró espacio a la contra. En la primera que tuvo, Silva hizo el 2-0 seis minutos después tras una buena jugada de Villa.
Tras el 2-0, el Valencia se sintió más cómodo, llegó con cierta frecuencia a la portería del Almería y trató de que el partido no tuviera ritmo para impedir que el rival marcara y se metiera de nuevo en el encuentro.
Esto no impidió que con el paso de los minutos la posesión de balón y las acciones de ataque sobre la portería de César aumentaran, lo que no impidió que el meta local neutralizara una acción de mucho peligro en el último suspiro del encuentro, lo que le permitió mantener la portería a cero.
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